lunes, 29 de mayo de 2017

La presencia presente del Ser

La presencia presente del Ser.


Lo inmutable resulta casi imposible de percibir, el Ser atemporal es imperceptible para los que sueñan con la conciencia dormida. Es imposible describir la presencia presente inmutable que se renueva a cada instante, es imperturbable y fresco como el roció, no se registra en el recuerdo, ni es marchitado en el tiempo que transcurre.

La presencia presente del Ser, no se registra en palabras, es invisible y lo percibe todo con la claridad, es presente como el mismo espacio, transparente, diáfano, incontaminado. Cuando se hace presente ve y ve junto al instante eterno, no vacila, es profundo, no duda, no interpreta, es un ver silencioso en un momento que no transcurre.

La presencia presente del Ser es innata, surge de forma tan natural, simple y clara que sorprende a los maestros más experimentados, tan lucida que desconecta el cerebro y todos sus pensamientos caducos. No hay esfuerzo, no hay deseo, no hay precondición, es tan natural, tan simple y tan fuerte como la vida misma. Siempre permanece.

La presencia presente del Ser no se busca, se encuentra. En cada momento, en cada instante está presente sin condición, ni limitación. No es un recuerdo, no es una emoción fabricada, no es un pensamiento elaborado, fluye en la dinámica del presente. Todo lo crea a cada momento, he ahí su vitalidad inagotable, su poder inmenso, poseyendo a la vez el poder de la muerte.

La presencia presente del Ser no es condicionada, es paz. La paz se hace vigente en su presencia incondicional, no hay temor, no hay pertenencia, no hay búsqueda, no hay pretensión. No va ni viene, somos nosotros quienes nos movemos del presente y su presencia. Tan sutil y siempre fuerte y vivo, no hay temor en él, por ello los que temen no lo encuentran.

La presencia presente del Ser es vacía, allí no hay nadie, ni hay tu ni hay yo, pero en su presencia todos están. Nada es, nada tiene, nada quiere, nada busca; está presente y eso es todo, absolutamente todo, es el mismo absoluto uní-total; su presencia nada carece, es presencia plena. Despierta sin condición percibiendo todo “tal cual es”. El Amor es pleno, no tiene condición, sencillo, honesto, formal, alegre, tan humilde que no se hace sentir.

Atentamente:

Rafael Pavía. 27/ 05/ 2017.

viernes, 26 de mayo de 2017

La orden de Melquisedec dentro del “anima mundis”.


La orden de Melquisedec dentro del “anima mundis”.

En filosofía se explica lo que es el “Anima Mundis”, es decir aquello que anima o vivifica y mueve el mundo, según las indicaciones de Platón:

Por tanto, es de resaltar que: este mundo es, de hecho, un ser viviente dotado con alma e inteligencia [...] una entidad única y tangible que contiene, a su vez, a todos los seres vivientes del universo, los cuales por naturaleza propia están todos interconectados.  Platon, Timeo.

Entre la simbología arquetípica de los hebreos, Abraham es el padre de toda la progenie del pueblo de Israel:

Génesis 26:4

Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré a tu simiente todas estas tierras; y todas las gentes de la tierra serán benditas en tu simiente. (Reina Valera)

Abraham es arquetípicamente el Padre de una progenie, de sucesivas generaciones que serán bendecidas “en tu simiente”; aquí se nos dice que todos aquellos que trabajan en su “tierra filosofal”, con su sal, mercurio y azufre, serán bendecidos por la gracia misma del Padre. Por otro lado, Abraham representara en Anima Mundis que cita Platón. Pues la simiente de Abraham se multiplicará como las estrellas de cielo manifestándose el arquetipo como: un ser viviente dotado con alma e inteligencia [...] una entidad única y tangible que contiene, a su vez, a todos los seres vivientes del universo.


Ante la grandeza de Abraham se presenta el Rey del Mundo Melquisedec, quien lo bendice y a quien Abraham le paga un diezmo de sus conquistas o logras obtenidas en sus batallas:

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, salió al encuentro de Abraham cuando éste regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo. 2Abraham le entregó el diezmo de todos los despojos, cuyo nombre significa primeramente rey de justicia, y luego también rey de Salem, esto es, rey de paz,3sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote a perpetuidad. … hebreos 7:1,2,3.

El Rey del Mundo, y rey de la justicia y de la paz, bendice a Abraham el ánima del mundo renovando en el pacto de salvación:

Y Melquisedec, rey de Salem, sacando pan y vino, como era sacerdote del Dios Altísimo, bendijo a Abraham diciendo: «Bendito Abrabam del Dios Altísimo, el dueño de los cielos y tierra» Gen 14, 18-19.

Melquisedec como figura representa el sacerdocio eterno: permanece sacerdote a perpetuidad. Y como sacerdote del Altísimo, es decir del Dios supremo, bendice a Abraham. Por tanto, Abraham como Melquisedec, forman parte del “Anima Mundis”, siendo el primero el progenitor del pueblo de Israel, el pueblo elegido por Dios siendo “bendecidos por la simiente” de su progenitor, lo que significa que el pueblo de Israel es formado por aquellos que cuidan y bendicen su simiente, mediante la alquimia sexual; mientras Melquisedec rey y guía de la humanidad y de todos los pueblos de la tierra, siempre bendecirá a quienes buscan al Padre interior profundo, esencia misma del Anima Mundis, recordemos : este mundo es, de hecho, un ser viviente dotado con alma e inteligencia [...] una entidad única y tangible que contiene, a su vez, a todos los seres vivientes del universo, los cuales por naturaleza propia están todos interconectados (Platón).

Anima Munidis

Melquisedec: “siendo hecho semejante al Hijo de Dios”, no es propiamente el hijo de Dios, entendiendo como hijo de Dios a Cristo:
Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy. (juan 8:58)

Es según el salmo mesiánico del Rey David, por el cual Jesús es declarado “sacerdote según la orden de Melquisedec”:
Jehová da dominio al rey

Salmo de David.

110 Jehová dijo a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

2 Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;
Domina en medio de tus enemigos.

3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,
En la hermosura de la santidad.
Desde el seno de la aurora
Tienes tú el rocío de tu juventud.

4 Juró Jehová, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec
.

5 El Señor está a tu diestra;
Quebrantará a los reyes en el día de su ira.

6 Juzgará entre las naciones,
Las llenará de cadáveres;
Quebrantará las cabezas en muchas tierras.

7 Del arroyo beberá en el camino,
Por lo cual levantará la cabeza.

(Salmos 110Reina-Valera 1960. RVR1960).

Cristo Rey sosteniendo el Anima Mundis

El Rey David fue un prototipo, aun no maduro de la realeza de Cristo quien fue Rey de Reyes y por tanto el máximo exponente como guía de la humanidad representada en el pueblo de Israel. Jesús que desciende del linaje del Rey David, asume el sacerdocio de la orden de Melquisedec, que es superior a los sacerdotes hebreos de la tribu de Levi, descendientes estos de Aarón el hermano de Moisés, quienes eran los únicos custodios del “arca de la alianza”.


El Anima Mundi nos contiene a todos Abraham, Melquisedec, el Rey David, Jesús, y todos los elegidos como pueblo de Dios; “los cuales por naturaleza propia están todos interconectados”. Siendo la grandeza de la naturaleza divina la unidad; unidad impersonal, despojada de todo incluyendo el yo o el ego. La Naturaleza del Anima Mundis es impersonal trasciende los limititos del ego o yo, y se percibe como una presencia insondable ajena a lo temporal; el Anima Mundis o naturaleza divina se constata en una presencia inmutable, fuerza de todas las fuerzas, que atiende al presente, es inquebrantable, espontanea, siempre renovada, seria y segura como la misma muerte, no tiene palabras exactas ni símbolos que puedan transmitir su presencia.

La orden del Rey Melquisedec es perenne, todos sus sacerdotes comparten un propósito despertar a la humanidad, despertar en la presencia única, uní-total, dar testimonio de la presencia del Ser, y con ello participar y hacer partícipe de la naturaleza divina o su Anima mundi, como se constata en la referencia de Melquisedec: sin padre, sin madre, sin genealogía, no teniendo principio de días ni fin de vida, siendo hecho semejante al Hijo de Dios.


Semejantes al Hijo de Dios son todos aquellos que han concluido la Gran Obra y son cristificados, cumpliendo el requisito para pertenecer a la sagrada orden del Rey Melquisedec.

Atentamente:

Rafael Pavía.   V.R.D.        27/05/2017.

miércoles, 24 de mayo de 2017

El Rey Melquisedec y la justa paz.



El Rey Melquisedec y la justa paz.

Melquisedec, Melkisetek o Malki Tzedek (en hebreo: מַלְכִּי - צֶדֶֿק [Malki-sedeq], traducido como «mi rey (es) justo (justicia)»

Tambien Melquisedec era el "rey de Salem." Este es el nombre original de la actual Jerusalén. "Salem" es la original palabra hebrea que significa "paz," y que hoy se pronuncia como Shalom. Esto hace a Melquisedec sea "Rey de paz."


La justicia no tiene otro propósito que obtener la paz, mientras no exista justicia no podrá existir paz. Y ¿qué es la justicia o lo justo?, parece imposible que en este mundo humano se encuentre la verdadera justicia, siendo escasos aquellos que puedan entender y aplicar la justicia. Primeramente, es injusto y erróneo depositar el poder de la justicia fuera de uno mismo, pues la justicia debe ser adquirida por uno mismo para poder comprender que es la justicia. Segundo, no hay que confundir la justicia con las leyes; las leyes son normas, reglas, pautas y medidas que rigen el universo y la naturaleza, entre ellas la ley del karma (ley de causa y efecto), ley de evolución e involución, ley de ritmo, ley de la gravedad, etc. pero las leyes no tienen por qué ser necesariamente justas y esto es lo que confunde a los humanos.

Se puede indicar que la justicia debe ser:

Severa y a la vez compasiva, pero no demasiado.

Rígida y a la vez tolerante, pero no demasiado.

Firme y a la vez flexible, pero no demasiado.

Implacable y a la vez negociable, pero no demasiado.


La justicia entonces debe de utilizar la sabiduría para poder servirse de las leyes y establecer un orden dentro de nosotros. Pero dicho orden con sus ordenanzas no puede condicionarnos, limitarnos y bloquear nuestra libertad. La justicia sin libertad nuca podría proporcionar paz, por lo que la justicia y su orden no pueden ser inamovibles o fijos, sino que deben de progresar en pos de una profunda comprensión del Ser, de donde emana la justicia y las leyes.


Se dice: “ley es ley y ley se cumple”, y también se dice que: “Una ley superior trasciende una ley inferior, una ley superior lava una ley inferior”. La ley suprema es la que rige en los orígenes de la materia y el espíritu, la ley única del Espacio Abstracto Absoluto, es la ley del Amor; esta es la ley de Cristo, la ley del Amor que trasciende y lava todas las demás leyes.

Una vez uno adquiere la justedad obtendrá la paz y su armonía, equilibrio, pero sucede que en el trabajo intimo la opción para encontrar la justicia, es mediante la paz interior. Sucede que necesitamos la paz y la serenidad, para poder encontrar la justicia, ¿cómo podría ser uno justo sin paz interior? Por tanto, es necesario aprender a calmarnos y silenciarnos en busca de paz, para encontrar la justicia. Es más, en este mundo que creemos tan injusto y desequilibrado, nos resultaría imposible encontrar una referencia adecuada, es por ello imprescindible buscar la paz interior, para poder tener claridad para encontrar un poco de justicia.

La justicia es equidad, es ecuánime, por tanto, la justica no solo es para uno mismo, sino que participa con todos y en todo. La justicia busca el perdón, el arrepentimiento o metanoia, esto es nuestra corrección en nuestra forma de pensar, sentir y actuar, por tanto, en cualquier acto de justicia nos implicamos todos y todo en este universo.

La justicia no solo es para evitar el mal, también para obrar en bien de la humanidad, pues no solo se paga karma por el mal que se hace, sino también por el bien que se puede hacer y no se hace; aquí por tanto también nos implicamos todos y todo.


Cuando se alcanza la paz interior, se entiende que esa paz no puede limitarse a uno mismo, es justo y por tanto necesario que la paz sea difundida:
 "La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo".
Juan 14:27Reina-Valera 1960 (RVR1960)

Nuestro Rey Melquisedec es rey de justicia y rey de paz, él procura junto con el Cristo, que alcancemos la única ley de donde todo emana, de allí surge el “océano de la vida libre en su movimiento”. Sin que se turbe nuestro corazón y sin tener miedo, debemos sumergimos en la paz; donde no se huye de lo desagradable, ni se persiguen deseos y satisfacciones personales. La paz es el asiento de la sabiduría, de la paz surge el “silencio que es la elocuencia de la sabiduría”, la paz es la fortaleza del sabio, la paz no es una muralla que nos protege, la paz no tiene nada de que protegerse, la paz no tiene temor, la paz es abierta como el vuelo del águila.

Quien busca la paz de este mundo, que no es la que da Cristo, buscara un lugar donde refugiarse y aislarse refugiándose en sus propios miedos e incertidumbres. Cuando nos despedimos de un ser querido que ha fallecido decimos: “descanse en paz”, como deseándole lo mejor, y así es.

“Si queremos PAZ autentica debemos reducir al YO a polvareda cósmica. Sólo así habrá en nosotros belleza interior. De esa belleza nacerá en nosotros el encanto del amor y la verdadera PAZ del corazón.

La PAZ CREADORA trae orden dentro de uno mismo, elimina la confusión y nos llena de legítima felicidad.

Es necesario saber que la mente no puede comprender lo que es la verdadera PAZ. Es urgente entender que la paz del corazón tranquilo no llega a nosotros mediante el esfuerzo, o por el hecho de pertenecer a alguna sociedad u organización dedicada a hacer propaganda de PAZ.

La paz auténtica adviene a nosotros en forma totalmente natural y sencilla cuando reconquistamos la inocencia en la mente y en el corazón, cuando nos volvemos como niños delicados y bellos, sensibles a todo lo hermoso como a todo lo feo, a todo lo bueno como a todo lo malo, a todo lo dulce como a todo lo amargo.

Es necesario reconquistar la infancia perdida, tanto en la mente como en el corazón”.

Educacion Fundamental Samael Aun Weor.

Samael Aun Weor

“Si podemos comprender qué significa ser pacífico, tal vez comprendamos el verdadero significado del amor.

Pensamos que la paz es algo que debe ser alcanzado mediante la mente, la razón, ¿pero es así? ¿Puede la paz llegar jamás mediante cualquier tipo de aquietamiento, control o dominio del pensamiento? Todos queremos paz; y para la mayoría de nosotros, la paz significa que nos dejen tranquilos, que no nos perturben ni interfieran con nosotros; de ese modo construimos un muro en tomo de nuestra propia mente, un muro de ideas.

Es muy importante que ustedes comprendan esto, porque a medida que vayan creciendo se enfrentarán con los problemas de la guerra y la paz. ¿Es la paz algo que ha de ser perseguido, atrapado y domesticado por la mente? Lo que la mayoría de nosotros llama paz es un proceso de estancamiento, un paulatino deterioro. Pensamos que encontraremos la paz aferrándonos a una serie de ideas, construyendo internamente una valla de seguridad, un muro de hábitos, de creencias; pensamos que la paz es cuestión de perseguir un principio, de cultivar una tendencia, una fantasía o un deseo particular. Queremos vivir sin perturbaciones, de modo que encontramos un rincón del universo o de nuestro propio ser, dentro del cual nos arrastramos viviendo en la oscuridad de nuestro propio encierro. Eso es lo que casi todos buscamos en nuestra relación con el marido, con la esposa, con los padres, con los amigos. Inconscientemente deseamos la paz a cualquier precio, y así es como la perseguimos.

¿Pero puede la mente encontrar la paz alguna vez? ¿Acaso no es la mente misma una fuente de perturbación? La mente sólo puede adquirir, acumular, negar, afirmar, perseguir. La paz es absolutamente esencial, porque sin paz no podemos vivir creativamente. ¿Pero es la paz algo para ser realizado por medio de luchas, renuncias, sacrificios de la mente? ¿Entienden de qué estoy hablando?

Puede que mientras son jóvenes estemos descontentos, pero cuando vayamos creciendo, a menos que seamos muy sensatos y estemos muy alerta, ese descontento será canalizado en alguna forma de resignación pacífica a la vida. La mente está buscando perpetuamente aliarse en un hábito, en una creencia, en un deseo, en algo que le permita vivir y estar en paz con el mundo. Pero la mente no puede encontrar la paz, porque sólo puede pensar en términos de tiempo, en términos de pasado, presente y futuro: lo que ha sido, lo que es y lo que será. Está constantemente condenado, juzgando, sopesando, comparando, persiguiendo sus propias vanidades, sus propios hábitos, sus propias creencias, y una mente así jamás puede ser pacífica. Puede engañarse a sí misma con un estado al que llama paz, pero eso no es paz. La mente puede hipnotizarse mediante la repetición de palabras y frases, siguiendo a alguien o acumulando conocimientos; pero no es pacífica, porque una mente semejante es ella misma el centro de la perturbación; por su propia naturaleza es la esencia del tiempo. Por lo tanto, la mente con la que pensamos, con la que calculamos, con la que ideamos y comparamos, no puede encontrar la paz.

La paz no es el resultado de la razón; no obstante, si ustedes observan las religiones organizadas verán que se hallan presas en esta persecución de la paz por medio de la mente. La paz es tan pura y creativa como destructivo es la guerra, y para encontrar esa paz uno tiene que comprender qué es la belleza. Por eso es importante, mientras somos muy jóvenes, tener belleza a nuestro alrededor: la belleza de los edificios que tienen proporciones apropiadas, la belleza del aseo, de la conversación sosegada entre los mayores. En la comprensión de lo que es la belleza conoceremos el amor, porque la comprensión de la belleza es la paz del corazón”.

El arte de vivir. Jiddu Krishnamurti.

J. Krishnamurti


El Rey del mundo Melquisedec, es rey de justicia y rey de paz, él es el asiento o trono de la paz, si encontramos la paz del corazón tranquilo él nos brindara la justicia que todos esperamos. Él no está lejos de nuestro corazón, nosotros también formamos parte del “Anima Mundi” *.

Atentamente:

Rafael Pavía. 24/05/2017.


*El alma del mundo es el espíritu etérico puro, el cual fue proclamado por algunos filósofos antiguos como lo subyacente en toda la naturaleza. Es lo que anima la naturaleza de todas las cosas como la misma alma anima al ser humano.







domingo, 21 de mayo de 2017

Tratado sobre Melquisedec, el Rey del mundo.

Tratado sobre Melquisedec, el Rey del mundo.

Melquisedec es el Rey del mundo, de él se habla en la biblia hebreos 7,1-10:
Jesús, sacerdote como Melquisedec:
7
1 Este Melquisedec fue rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo. Cuando Abraham regresaba de la batalla en la que había derrotado a los reyes, Melquisedec salió a su encuentro y lo bendijo; 2 entonces Abraham le entregó la décima parte de todo lo que había ganado en la batalla. El nombre Melquisedec quiere decir, en primer lugar, “rey de justicia”; y como era de Salem, que quiere decir “paz”, significa también “rey de paz”. 3 Nada se sabe de su padre, de su madre o de sus antepasados; ni tampoco se habla de su nacimiento o de su muerte; y así, a semejanza del Hijo de Dios, es sacerdote para siempre.

4 Ahora bien, fijaos en lo importante que sería Melquisedec, que nuestro propio antepasado Abraham le entregó la décima parte del botín arrebatado a los reyes en la batalla. 5 Según la ley de Moisés, los sacerdotes, descendientes de Leví, tienen el derecho de recibir del pueblo el diezmo de todo, a pesar de tratarse de sus parientes y descender de Abraham lo mismo que ellos. 6 Pero Melquisedec, aun sin ser descendiente de Leví, le tomó aquella décima parte a Abraham, que había recibido las promesas de Dios. Y Melquisedec bendijo a Abraham; 7 y nadie puede negar que el que bendice es superior al bendecido. 8 Aquí, en esta vida, los que reciben la décima parte son hombres mortales; pero la Escritura habla de Melquisedec como de uno que todavía vive. 9 Y se puede decir que los sacerdotes, que descienden de Leví y que ahora reciben el diezmo, dieron también el diezmo a Melquisedec al dárselo Abraham. 10 Porque, en cierto sentido, cuando Melquisedec salió al encuentro de Abraham, este ya llevaba en su cuerpo a sus descendientes, que aún no habían nacido.



Melquisedec es un ser enigmático, ya que de él se dice: “Nada se sabe de su padre, de su madre o de sus antepasados; ni tampoco se habla de su nacimiento o de su muerte; y así, a semejanza del Hijo de Dios, es sacerdote para siempre”.

Para entender esta cuestión hay que aludir al termino sanscrito Anupadaka, que literalmente significa “sin padres”, se podría entender como huérfano, pero no es este el significado:

“Algunos autores orientalistas piensan que ANUPADAKA, es decir, el Buddha de Contemplación (por ser en sí mismo el Padre-Madre, el Complemento Glorioso de cualquier Bodhisattva Terrenal) no tiene Padre-Madre. Tal concepto me parece equivocado, porque cualquier Buddha de Contemplación, cualquier PADRE-MADRE (complemento glorioso del Bodhisattva), obviamente ha sido emanado del Eterno Padre Cósmico Común (eso hay que saberlo entender) y de la Divina Madre Inmanifestada, la Inmanifestada Prakriti.

El Eterno Padre Cósmico Común es dual, es el Padre-Madre. De él emana, a su vez, el Buddha de Contemplación, el Padre-Madre particular de cualquier Bodhisattva, y esto lo deben ustedes entender...

Así pues, no pienso que Anupadaka, el Padre-Madre, sea huérfano. Pienso que el Padre-Madre Interior de cada uno de nos emana del Eterno Padre-Madre Cósmico Común, coesencial con el Espacio Abstracto Absoluto. Así pues, me permito disentir con algunos autores sobre el término “Anupadaka”, o sea del Buddha de Contemplación desprovisto de Padre y Madre, por ser él, en sí mismo, el Padre y Madre de un Bodhisattva. Realmente Anupadaka es algo más que todo eso, es aquel Buddha de Contemplación que ha emanado del Eterno Padre Cósmico Común.

Las siete mentes y las siete verdades. Samael Aun Weor.


Del TODO-INCOGNOSCIBLE o CERO RADICAL, emana, al comenzar una manifestación o universo, la Mónada Pitagórica, el Verbo, el Archi-Mago o Hierofante, el UNO-ÚNICO; el AUNAD-AD Buddhista, el AIN-SUPH, EN SOPH o PNEUMA-EIKON CALDEO, el RUACH ELOHIM o Divino Espíritu del Señor flotando sobre las aguas Genesíacas, el existente por sí mismo, ANUPADAKA, o Manú-Swayambu-Narayana, ario.

Las tres montañas. Samael Aun Weor.

Debemos entender por los textos citados que Melquisedec es un Ser inmortal, que reina sobre nuestra tierra y sobre él dice la biblia gnóstica o Pistis Sophia, que es el “Receptor de la Luz” y quien lleva la luz al “Tesoro de la Luz”. Nuestra reflexión al respecto nos dice que Melquisedec siendo un “sacerdote por siempre” y como rey o guía de la humanidad, él se sitúa en la región de Anupadaka: “Así pues, no pienso que Anupadaka, el Padre-Madre, sea huérfano. Pienso que el Padre-Madre Interior de cada uno de nos emana del Eterno Padre-Madre Cósmico Común, coesencial con el Espacio Abstracto Absoluto”. Por lo que Melquisedec se encuentra entre la región de lo manifestado y lo inmanifestado, en AIN-SUPH, coesencial entre Eterno Padre-Madre Cósmico Común y el Espacio Abstracto Absoluto. Y por ello es su sacerdocio trasladar la luz de los que se auto-realizan hasta el tesoro de la Luz que es la morada del propio Ser del Ser.


No tener genealogía o ser ingenito en esta tierra, significa haber alcanzado el estado de Anupadaka, que va más allá del propio tattwa-akasha:

“El grado anterior a ese mundo de Anupadaka es el principio extraordinario de la potencia que se halla en el dominio del espacio, tiempo y causalidad, y es denominada Akasha Tattwa. (La morada de Atman-Buddhi-Manas)”.
El Misterio del Aureo Florecer. Samael Aun Weor.

Nuestro Rey Melquisedec, nos cobra un diezmo a todos aquellos que han obtenido la Gran Obra y han vencido todas las batallas sobre sí mismo. De ese modo se convierte uno en sacerdote de la orden de Melquisedec, lo que equivale a trabajar para cooperar en este sacerdocio que trata de llevar a toda alma que busca la Luz, a la morada de su Padre y que en perfecto equilibrio pueda situarse entre el Ser inmanifestado o Ain Soph y el Padre Cósmico Común. El pago del diezmo equivale a salirse de la rueda del samsara, y tal fortuna solo se compensa pagando el diezmo de procurar salvar a todos los que aún siguen atados a la rueda del samsara.

Por lo que el Rey Melquisedec y sus sacerdotes no tienen ataduras ni ligamentos sobre esta tierra del samsara; trascendiendo todo el reino de lo manifestado, de lo terrenal. Y sin embargo siguen estos sacerdotes asistiendo y ayudando a todas las almas anhelantes de la Luz de Cristo.


Dice el Pistis Sophia, que “IEU” es el dispensador de luz, y según el M. Huiracocha (Dr. Kurm Heller) en su libro “Iglesia Gnóstica” el Maestro Jesús llamaba a su padre con el mantra “IEU”. Así “IEU” es padre de todos, el Padre Cósmico Común. El Dispensador de luz y Melquisedec como receptor de luz, son el Padre cósmico común y el Rey del mundo o guía de la humanidad que recibe y transporta de nuevo la luz de los que concluyen la Gran Obra de regreso al Padre.

Loa a todos los trabajadores de la Gran Obra.

Atentamente:

Rafael Pavía.            21/05/2017.

viernes, 19 de mayo de 2017

DEL AMOR A LA CONSCIENCIA Y DESDE LA CONSCIENCIA AL AMOR.


                            DEL AMOR A LA CONSCIENCIA 
Y
DESDE LA CONSCIENCIA AL AMOR.

“Amor y Consciencia son dos partes de lo mismo”.

V.M. Samael. (Conf. “La Transvalorización”).

El camino del Amor es el Camino del BHAKTI-YOGA, el camino de la Devoción (servidumbre a Dios) y el renunciamiento.

El Camino del Despertar de la Consciencia se inicia con la Comprensión Creadora de la cual el V.M. Samael nos dice:

“Escrito está que la Clave de la Comprensión se encuentra en estas tres llaves psicológicas: Imaginación, Inspiración, Intuición”.
(Lib. “Revolución de la Dialéctica”)

También los Bhaktis nos hablan de tres grados de realización en su camino que son: PRITI, VIRAHA Y TADIYATA.

Son pues tres grados y tres llaves psicológicas que se encuentran en su mismo camino. El camino del Amor.

          AMOR ES LEY PERO AMOR CONSCIENTE



Con la Imaginación, Inspiración e Intuición se nos abren las puertas a las diversas dimensiones de la Creación hasta alcanzar el Creador mismo; encontrando el origen mismo de la Creación en el Absoluto Inmanifestado.

Para obtener la certeza y la objetividad en este trayecto desde el mundo manifestado al inmanifestado necesitamos de la muerte del “yo” el cual, como sabemos, embotella nuestra Consciencia sumiéndola en las tinieblas de la ignorancia y en la falta de Amor.

El Bhakti en su camino de Devoción y Renuncia, lo va dando todo en sacrificio, hasta que llega el momento que sólo le queda el cuerpo; y también lo entrega en Aras de la Gran Obra, y finalmente queda entregar el mismo “yo”. En este camino de Amor y Muerte renunciamos a todas las ilusiones del yo, hasta quedar firmemente establecidos en la Verdad del Ser, del Espíritu.

Nos dice el V.M. Samael: “La clarividencia se fundamenta en la objetividad, la seudo-clarividencia se fundamenta en la subjetividad del yo. Entiéndase por Objetividad la realidad espiritual, el mundo espiritual.
Entiéndase por subjetividad el mundo físico, el mundo de la ilusión (provocado por el yo); aquello que no tiene realidad. Existe también la región intermedia, el mundo Astral, el cual puede ser Objetivo o Subjetivo según el grado de desarrollo de cada cual”.
(Matrimonio Perfecto)


Con la imaginación objetiva buscamos al Noumeno, o causa del fenómeno. Este mundo físico es el mundo fenoménico y es sabido que no es en el mundo tridimensional donde vamos a encontrar la causa, el Origen de la Creación.

El que nosotros encontramos la OBJETIVIDAD y la CAUSA de los fenómenos en el mundo psíquico dependerá del desarrollo de nuestra espiritualidad, de nuestra CONSCIENCIA-AMOR.

Es por la vía de nuestra CONSCIENCIA-AMOR que nosotros debemos convertirnos en los ojos de la Divinidad. Nos dice el V.M. Samael:

“La Gran Realidad no se conoce a sí Misma, pero al contemplarse en el Espejo Viviente de la Gran Imaginación de la Naturaleza, llega entonces a conocerse a Sí Misma”. (Conf. “La mente Univ.”)

IMAGINACIÓN, IMAGO, IMAGEN, toda la Creación queda reflejada en la Mente Universal; nosotros mismos fuimos creados a imagen del Creador, nosotros formamos parte de esta Mente Universal, generando AMOR-CONSCIENCIA eliminamos la herejía de la separatividad producida por el “YO” y desplazando la mirada hacia Adentro y hacia Arriba nos convertimos en los mismos OJOS DE LA DIVINIDAD.

Así es como el Bhakti inicia su camino, poniendo sus ojos y sus sentidos al servicio del Ser.

El primer grado del Bhakti Yoga:

PRITI= AMOR A LO MANIFESTADO.

- ¿Cómo podríamos Amar a lo que No Vemos, si despreciamos a lo que vemos?

El Bhakti inicia su camino desarrollando AMOR-CONSCIENCIA hacia toda la Creación y sus criaturas, mostrando inicialmente reverencia por los lugares santos: catedrales, templos, pirámides, imágenes sagradas …

Así, aumentando su AMOR-CONSCIENCIA, percibe que todo proviene del Creador, del Divino Arquitecto; y su búsqueda aumenta hacia la Divinidad que todo lo sustenta. Sus ojos, sus sentidos se inclinan gradualmente hacia adentro y hacia arriba, penetrando en el mundo psíquico y buscando incansablemente las Imágenes Vivientes de la Naturaleza a la Infinitud que todo lo sustenta.

Para el Bhakti, sus tesoros son la experiencias que le llevan a Dios, las experiencias de la Consciencia obtenidas en un recíproco Amor.

“En la Esencia está la religión, el Buddha, la Sabiduría, las partículas de dolor de nuestro Padre que está en los cielos y todos los datos que se necesitan para la Auto-Realización Íntima del Ser”.
V.M. Samael.

El estudiante gnóstico busca entre las imágenes a la infinitud que todo lo sustenta, pasando por la Imaginación a la Inspiración.


Así el Bhakti inicia el segundo grado en su Camino por:

VIRAHA: Dolor intenso por la Ausencia del Bienamado, después de haber gustado la Bienaventuranza de la Comunión con Dios.

El Bhakti busca su Inspiración en Dios, que es el Ideal más elevado “Idealmente Perfecto” que abarca y supedita a todos los demás ideales inferiores de: Belleza, Fuerza, Orden, Libertad, etc…

El Bhakti sumido en el dolor por compartir el Amor Divino que emana del Inefable, del Ser, continúa en su renunciamiento, entregándolo todo a quien le pertenece… Entrega su cuerpo y su energía para ser transmutados y entrega su “YO” para ser decapitado.

El Bhakti va buscando día y noche llegar a ser perfecto como el Padre y su Amor es sufrido pues sabe que no es perfecto.

El estudiante gnóstico busca su Objetividad, su clarividencia en el translúcido del Alma, llevando su Imaginación en las alas de la Inspiración.

La Objetividad está en la Realidad Espiritual, el mundo Espiritual.

En este caso se tiene que trascender lo subjetivo, al “YO”, muriendo en sí mismos; también tenemos que trascender a la mente sensual y a la mente intermedia, disciplinando a la mente para que se convierta en una mente dúctil, maleable, INOCENTE, espontanea, libre de prejuicios y preconceptos.

Sólo la Mente Interior es apta para la Investigación Objetiva, pues a la Mente Interior sólo tiene acceso la Consciencia.

En la mente se reflejan todos los conceptos y las formas (imágenes); la mente sensual se ata a las formas y la mente intermedia se ata a los conceptos; mientras que la mente interior SABE que el mundo Espiritual, Objetivo, trasciende la forma y el concepto.

El estudio de la mente y sus funcionalismos se hace IMPRESCINDIBLE para el Despertar de la Consciencia y la utilización de la Imaginación, Inspiración, Intuición; para así generar comprensión creadora.

El Bhakti desarrolla toda su atención hacia Dios, desarrollando su concentración y devoción. Para el Bhakti todo se convierte en una manifestación de Dios, y donde pone su atención pone su AMOR-CONSCIENCIA. 



Sabe también por inspiración divina que cada forma o imagen es un pensamiento de Dios cristalizado; y así cada criatura del Universo tiene su particular función dentro del Plan Divino.

La concentración es el punto de partida del camino de la CONSCIENCIA-AMOR. Con una mente disciplinada, dúctil, maleable, etc… podemos soltarnos de las amarras de la mente sensual y de la mente intermedia y así entrar en la meditación, utilizando sabiamente las funciones de la mente donde, como hemos dicho, se reflejan las imágenes. Aquí es donde hay que utilizar la “Llave psicológica” de la Imaginación. También se reflejan en la mente el contenido de las formas o imágenes, es decir los conceptos y aquí es donde entraría la reflexión evidente del Ser o la “Llave Psicológica” de la Inspiración.

Para que los funcionalismos psíquicos y mentales sean Objetivos, se necesita que la atención o concentración se radique en el Ser y alcanzar el recuerdo del sí:

“Aunque parezca increíble, cuando el estudiante se observa a sí mismo, no se Recuerda de sí Mismo.

Los aspirantes, fuera de toda duda, realmente no se sienten a sí mismos, NO SON CONSCIENTES DE SÍ MISMOS. Parece algo inverosímil que cuando el aspirante gnóstico auto-observa su forma de reír, hablar, caminar, etc… SE OLVIDA DE SÍ MISMO. Esto es increíble pero cierto”.
V.M. Samael (Conf. “Íntima Recordación de Sí Mismo”).

Nuestra atención y concentración hacia Dios es nuestro punto de partida y cada vez tiene que ser más profunda y amplia, hasta abarcarlo TODO.

Nuestra mente Interior es tan pura, cristalina, inocente… que todo lo que se refleja en ella es una oportunidad para la CONSCIENCIA-AMOR de extraer Sabiduría.

Con la Imaginación y la Inspiración dejamos atrás los conceptos y las formas de la mente sensual e intermedia y entramos en la Intuición, en la percepción Directa de la Verdad, sin el proceso deprimente de la opción o razón.

Se dice que dé la razón debemos extraer su fruto de oro que es la comprensión; y la comprensión tiene tres llaves:

IMAGINACIÓN, INSPIRACIÓN e INTUICIÓN

Ya con la Imaginación y la Inspiración salimos del proceso de la razón y entramos en la percepción directa de la Verdad: la Intuición.

En este proceso pasamos de la meditación reflexiva (reflexión evidente del Ser) a la meditación contemplativa o intuitiva.

El Bhakti, desarrollando su AMOR-CONSCIENCIA despierta la Fe y obtiene la experiencia. La duda entonces desaparece y surge la Verdad, la Intuición, la Fe.



Entonces el Bhakti entra en el tercer grado del Bhakti Yoga:

TADIYATA

“Tal es el poder del Amor cuando el hombre se ha olvidado completamente de sí mismo y no tiene ningún sentimiento de posesión sobre cosa alguna; alcanza el estado de Tadiyata”.
(Bhakti Yoga Swami Sivananda)

En ese estado uno hace la voluntad de Dios “así en la Tierra como en el Cielo” … y el Bhakti adora al Señor

POR AMOR AL AMOR EN SÍ

De este modo mediante la CONSCIENCIA-AMOR, AMOR-CONSCIENCIA vamos conociendo la Obra del Padre manifestada en el Macro-Cosmos y en el Micro-Cosmos Hombre.

Llegar a las puertas del Inmanifestado Absoluto requiere la muerte absoluta del “YO”, el máximo renunciamiento de uno mismo, alcanzar la perfección en la gran Obra. Entonces en estos momentos, nos dice el V.M. Samael: “Entonces encarnó en mí el Ser de mi Ser, eso que está más allá de Brahama, Vishnú y Shiva…, Aquel Divino Prototipo Solar Absoluto.”
(Cap. Final de “Las Tres Montañas”)

Así es como termina el trayecto desde lo manifestado a lo Inmanifestado extrayendo Consciencia-Luz-Amor de toda la Creación.

El Bhakti se convierte en el Siervo del Señor de Perfecciones; el Bhakti se convierte en sus ojos, oídos, tacto, manos, brazos, cuerpo y Templo del Señor de Perfecciones.

Con la Imaginación, Inspiración e Intuición obtenemos la Comprensión Creadora. El mero entendimiento intelectual de poco sirve, si de éste no extraemos Comprensión, fruto de una reflexión profunda del conocimiento de los funcionalismos de la mente y de una purificación Interna mediante el Fuego del Amor.

“Amor y Consciencia son dos partes de lo mismo”


Amor sin consciencia es un amor ignorante, torpe, ciego que no sabe dónde dirigirse ni cómo hacer; es un amor sin refinar, con imperfecciones.

La Consciencia sin Amor es simple entendimiento intelectual, conceptos vacíos sin contenido, ignorancia ilustrada, consciencia dormida, inerte, apagada, inservible.

SIN AMOR NO PUEDE EXISTIR CONSCIENCIA

SIN CONSCIENCIA NO PUEDE EXISTIR AMOR



¡AMOR ES LEY, PERO AMOR CONSCIENTE!


La Plata, Argentina, Nov. 1997

RAFAEL PAVIA SOLANES

sábado, 13 de mayo de 2017

La felicidad del presente



La felicidad del presente.

J.D.S.M.: ¿Que determina la felicidad sino el presente?

R.P.: Y no solo la felicidad da el presente, también es el único medio de conectar con lo eterno. Solo en el aquí y ahora podemos descubrir lo eterno, es decir aquello que no es efímero.

J.D.S.M.: Gran aportación! gracias Rafael!

Vamos a desarrollar la interlocución entre J.D.S.M y mi persona:


Tanto la felicidad como el presente son un estado de conciencia que pertenecen al Ser. Todas las tradiciones espirituales aluden al presente, al “aquí y ahora”, para centrarse y adquirir un mayor estado de lucidez o conciencia. Pero estar presente es mucho más que una actitud transitoria, lo que implica estar en el presente nos debe de llevar a reconocer lo que siempre fue y quedará; mientras los acontecimientos y circunstancias acontecen y cambian a cada momento en un constante fluir, debemos descubrir con la conciencia del presente aquello que siempre permanece, que siempre esta.


Mientras nuestros momentos presentes sean discontinuos, es decir que nos dejemos llevar por el lastre de lo pasado o por la preocupación del futuro, nuestra atención y conciencia caerán en el sueño, en la fantasía de una vida que no es. Por ello mantener el presente incondicionado nos debe de llevar a descubrir lo eterno, lo que siempre permanece y que nos sitúa en el Ser.

La felicidad del presente, no debe de estar condicionado por nuestro pasado, ni por nuestro supuesto futuro, el presente debe ser incondicionado. Por lo que debemos desapegarnos de nuestro propio pasado y evitar deseos porvenires, ello implica una atención clara, diáfana, sin obstáculos, sin estorbos. Alcanzado el estado presente, la conciencia presente, nuestra atención percibirá lo atemporal:

Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy.   Juan: 8:58.


Mantenerse en presente es mantener el recuerdo del Ser, es evocar al Ser, descubrir la presencia siempre inmutable, ya que el Ser, el Cristo son innatos, son no nacidos, pues son atemporales, nunca surgieron y nunca morirán, siempre son presentes. Ahondar en el presente no significa aferrarse, ni apegarse a ninguna circunstancia física o psíquica agradable o desagradable, pues la felicidad del Ser no está sujeta a situaciones circunstanciales.

El simple hecho de mantenerse en el presente, en el mismo recuerdo del Ser, requiere una plena renuncia de nuestro ego, pues este pertenece al tiempo recurrente, así el presente es percibir la existencia “tal como es” es decir finita, limitada, transitoria, fugaz, etc., por lo cual la conciencia del presente nos permite ver a la vez lo temporal y lo eterno, aprendiendo de ese modo a saber vivir, a saber ser y estar; con lo cual aprendemos a tener presente lo que es verdaderamente importante en nuestras vidas y ello es lo que nos ofrece la felicidad.


Vivir el presente es mantenerse como simples testigos de todos los aconteceres físicos y psíquicos de nuestra existencia, como si nuestra vida fuese una película, así es como nos aconseja el Maestro Samael que veamos nuestra vida, como si de una película se tratara. El testigo es quien observa, el observador, es por ello importante reconocer al testigo u observador de nuestras existencias, “antes que Abraham naciera, yo soy”. Mantenernos en el presente significa ponernos de parte de lo atemporal, ponernos de parte del Ser, de parte del observador, adquiriendo en nuestro diario vivir una actitud contemplativa (pasiva y activa), de modo que el Ser viene a contemplar la vida, siendo su contemplación un continuo aprendizaje.


En cábala al “Espacio Abstracto Absoluto” la morada del Ser del Ser, la denominan “Ain Soph Aur” que se traduce como “Visión ilimitada de la Luz”, en esa visión ilimitada el Ser contempla, observa, de modo ilimitado el “océano de la vida libre en su movimiento”. Es por ello tan, tan importante vivir el presente, pues es el único modo de llegar a lo más profundo de sí mismo, a la misma morada de Ser.

Vivid el presente a plena conciencia, y sed felices.

Atentamente:

Rafael Pavía.        13/05/2017.

viernes, 12 de mayo de 2017

Nada absolutamente es mío. V.M. Zoroastro.


                                Nada absolutamente es mío


No es mío el aire que respiro;
no es mía la sangre que circula por mí, mucho menos es mío el aparato circulatorio; no es mío cada latido de mi corazón, tampoco este importante órgano;
no son míos mis huesos y mis carnes;
no es mío este cuerpo, ni ningún otro cuerpo; ni mi alma me pertenece;
no es mío ningún vestido que cubre cada cuerpo. ¡Dios mío, Dios mío!, nada es mío.
Ni tú mismo, "Dios mío",
eres mío. 



Nada absolutamente es mío 

Todos, pensamos, sentimos y actuamos desde lo oculto del "yo" animal así: que es mío el aire que respiro; que es mía la sangre que circula en mí, también el aparato circulatorio; que es mío cada latido de mi corazón, también este importante órgano; que son míos mis huesos y mis carnes; que es mío este cuerpo, también los cuerpos internos; que mi "alma" me pertenece; que es mío el vestido que cubre cada cuerpo; que "mi Dios", es mío; que, en consecuencia, todo me pertenece; que, en cierto modo, son mías las personas que me rodean, de cerca o de lejos, porque están en mí en forma de impresión; que todos los instantes que vivo son míos.

Desde este punto de vista, todo, todo, todo me pertenece en impresión, sensación, percepción y concepto; que teniéndolo todo en mí, por ello vivo mejor; que mías son las ideas que pienso y siento; que la misma palabra "mía" o "mío" es mía. Repito, que todo lo que está en relación conmigo, es mío. De este modo es mío: el espacio, las aves, la luz, las sombras, la eternidad, el tiempo, el cielo, las nubes, las estrellas, el arcoíris, la lluvia, el amanecer, el mediodía, la tarde, el viento, la quietud, las humanidades de aquí y de allá, la naturaleza y sus árboles, montañas, desiertos, lagos, océanos, el bien y el mal y la comprensión entre ambos, el error y el acierto, la ignorancia y la sabiduría, lo justo y lo injusto, lo onírico con conciencia o sin ella, todo de algún modo en experiencia es mío.

Y éste es mi único modo de vivir, no conozco otro. Pero, confieso que tanto peso egoísta no me hace en absoluto feliz. Reconozco también que, por ello, no son felices las personas que me rodean. Y ahora, anhelando un cambio radical para vivir en felicidad con mis semejantes, prefiero mejor decir:

No es mío el aire que respiro; no es mía la sangre que circula por mí, mucho menos, es mío el aparato circulatorio; no es mío cada latido de mi corazón, tampoco este importante órgano; no son míos mis huesos y mis carnes; no es mío este cuerpo, ni ningún otro cuerpo; ni mi alma me pertenece; no es mío ningún vestido que cubre cada cuerpo. ¡Dios mío, Dios mío!, nada es mío. Ni tú mismo, "Dios mío", eres mío. Ahora ni siquiera sé, qué es lo mío que te pertenece. No son mías las personas que me rodean, de cerca o de lejos; ni los instantes que vivo son míos. Busco algo que me pueda pertenecer o que te pertenezca y no encuentro nada, nada, nada. Sin embargo, no teniendo nada, vivo de otro modo. No es mía ni siquiera esta idea; la palabra misma "mía" o "mío" no es mía. Nada, nada, nada, nada es mío. Sin embargo, todo está allí maravillosamente, delante, sin ser mío:

el espacio, las aves, la luz, las sombras, la eternidad, el tiempo, el cielo, las nubes, las estrellas, el arcoíris, la lluvia, el amanecer, el mediodía, la tarde, el viento, la quietud, la actividad, las humanidades de aquí y de allá, la naturaleza y sus árboles, las montañas, los desiertos, los lagos, los océanos, el bien y el mal y la comprensión entre ambos, el error y el acierto, la ignorancia y la sabiduría, lo justo y lo injusto, lo onírico con conciencia o sin ella, la experiencia de todo en nada, y la nada en todo. Y de ningún modo, nada absolutamente es mío.

"Ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí" 
(Gál 2, 20). San Pablo 






Gracias V.M. Samael Aun Weor por habernos revelado la disolución del "mí mismo", del "yo mismo", del "sí mismo", que es el verdadero camino hacia el Ser absoluto, la autentica felicidad.

V.M. Zoroastro.