lunes, 6 de noviembre de 2017

Integración del Ser.



Integración del Ser.

"OMNIA IN DUOBUS. DUO IN UNO. UNOS IN NIHILO"
TODO EN LA DUALIDAD. DOS EN UNO. EL UNO EN NADA.

“Jesús vio a unos pequeños que mamaban. Dijo a sus discípulos: Estos pequeños que maman son semejantes a los que entran en el Reino.

Le dijeron: Entonces, ¿haciéndonos pequeños entraremos en el Reino?

Jesús les dijo: Cuando hagáis de los dos uno y hagáis lo de dentro como lo de fuera y lo de fuera como lo de dentro y lo de arriba como lo de abajo de modo que hagáis lo masculino y lo femenino en uno solo, a fin de que lo masculino no sea masculino ni lo femenino sea femenino,… , entonces entraréis [en el Reino]”
.
                  (Evangelio de Tomás. Textos Gnósticos. Biblioteca de Nag Hammadi).


En todo el proceso de integración del Ser, nos enfrentamos a la dualidad, al “tú y el yo”, a lo masculino y femenino, a lo solar y lo lunar, a lo de arriba y abajo, a la derecha y la izquierda. Siendo la totalidad del Ser una integración de toda su manifestación, por ello dice el V.M. Samael, en el Pistis Sophia, que Sophia es una simbiosis de luz y tinieblas, y que ella sube y baja en toda la manifestación dual del Ser. En la medida en que nos vamos elevando e integrando en el Ser, ya sea desde la visión del raja-yoga con los chacras, o sea por la visión del árbol de la vida y sus sephirots (aspectos ambos, bien conocidos por los gnósticos) la unidad debe de prevalecer sobre la dualidad, para que realmente la integración del Ser sea efectiva.

Es decir que si vamos escalando por el sistema de los chacras, vamos a ir integrando la conciencia en la unidad, desde el chacra muladara hasta el chacra sahasrara; en todo este proceso vamos a ir viviendo en cada chacra una nota síntesis del Ser o un punto matemático del Ser, donde el Ser y el Saber se integraran en nuestra conciencia, el proceso proporcionara: pureza, virtud, conciencia de cada chacra, disolución del ego, y un “Saber Ser y Estar” en relación a dicho chacra que equivale a su punto matemático en la escala del Ser. Cada chacra tiene su relacion con sus elementos de la naturaleza: tierra, agua, fuego, aire, eter-akash, tattva y mahatattva, también con los centros psico-fisicos, glándulas endocrinas, etc. Todo este conjunto de aspectos son propios de la manifestación del Ser, que se ordenaran e integraran en nuestro proceso del despertar de la conciencia mediante el Ser y el Saber. Ya sabemos que el raja-yoga se vive en su plenitud con el kundalini-yoga, trabajando en (y lo decimos de modo sintético):

Muladara: Instintos.

Svadhistana: sexualidad y energia del prana.

Manipura: emociones mundanas.

Anahata: lucha entre el ego y el Intimo.

Vishuda: mentira (falsedad, confusión) y verdad relativa y absoluta.

Ajna: claridad mental, visión de la naturaleza de la mente.

Sahasrara: Intuición, integración con el espacio y la luz del Ser.



Obviamente son múltiples los aspectos y detalles en relación a este trabajo con los chacras y el Kundalini, aspectos que se amplían y profundizan en la medida que vamos levantando los diferentes fuegos del Kundalini en cada uno de nuestros cuerpos (físico, vital, astral, mental, causal); pero lo que aquí ahora planteamos es la unidad e integración del Ser en su parte manifestada, en toda su diversos aspectos, que se pueden encontrar en la naturaleza de los chacras. Desde el mundo de la forma-materia ubicado en el chacra muladar  vamos subiendo hacia el mundo del vacío-espíritu, de lo que se trata es de saber unir y tomar conciencia de como nuestro trabajo integra y encarna la realidad del Ser, tanto arriba como abajo.

Si tomamos como referencia el árbol de la vida como una escalera del Ser, tendremos que igual modo que en los chacras, comprender e integrar la naturaleza de cada sephirot. Tendremos que ver como se une e integra, el reino de Malkut (mundo físico, de la materia y las formas), con la corona de Keter (el Padre, el espíritu, el vacío). Toda nuestra labor, todo nuestro proceso, va encaminado a unir lo creado con sus orígenes.


Es por ello muy importante tener en cuenta el texto que el mismo maestro Jesus nos explico, en el texto arriba mencionado del evangelio de Tomas, en referencia a: 

"OMNIA IN DUOBUS. DUO IN UNO. UNOS IN NIHILO"

TODO EN LA DUALIDAD. DOS EN UNO. EL UNO EN NADA.

Todo el trabajo de realización intima del Ser, es un trabajo de integración, de encarnar al verbo, ello sucede gradualmente, hasta concluir en la resurrección. Siguiendo el trabajo en la Ascension o tercera montaña, como se indica en el Pistis Sophia, siendo toda la labor unir e integrar la realidad manifestada e inmanifestada del Ser. Por tanto no solo se trata de ser un experto en el tema de los chacras o de la cábala y el árbol de la vida (tema que los gnósticos debemos bien conocer), se trata de ver y comprender el objetivo de nuestro Saber y de nuestro Ser.


Todo en la dualidad: lo masculino y femenino, lo solar y lo lunar, lo de arriba y abajo, a la derecha y la izquierda, el placer y el dolor, la forma y el vacío, la materia y el espíritu. En la creación todo se polariza, todo se convierte en dualidad, cuestión que el ego aprovecha para sostener el “tu y el yo”. Sin embargo todo es una aparente dualidad, pues: Duo in Uno, dos en Uno. Todo esta contenido en el Uno, en el Padre, en el creador, en el logos y en su Hijo el Cristo.

Dos en Uno: “Cuando hagáis de los dos uno… (Jesus, según evangelio de Tomas), nuestro ego asume la dualidad como algo suyo, pues en la dualidad se permite sentirse separado de todo y de todos, con ello mantiene la “herejía de a separatividad”, que según el M. Samael es la peor de las herejías. Para evitar la dualidad del ego, hay que trascender la mente intermedia que es dual, o esta sometida a la ley del péndulo, como nos enseña el M. Samael. Solo activando la mente interior, mediante la conciencia superlativa del Ser, podremos adquirir la “contemplación no dual”, lo que nos llevara a una visión en la esfera del sephirot de Keter, del Padre. El Padre, sostiene la columna del centro,(entre la columna de la justicia y de la misericordia) en el árbol de la vida, esta columna es la del equilibrio y del perdón. Ese perdón se obtiene si somos capaces de sostenernos en la Unidad-no dual.

El Uno en nada: “... entonces entraréis [en el Reino]” (Jesus, según evangelio de Tomas). “unos in nihilo”. La nada, hay que comprenderlo y asumirlo como el Ser inmanifestado, donde encontraremos nuestro origen, el Ain de la Cabala, (Ain, sin significa ojo, visión). Jesus nos dijo que su reino no era de este mundo, invitándonos a buscar nuestro origen; Cristo nos invita a buscar la “Luz increada”, que es increada, porque nuca fue, ni puede ser creada, pues ya es y siempre fue y será, pues es la Luz de Cristo y su Reino de Luz en lo absoluto.

"Omnia umus est"

La integración o encarnación del Ser nos ha de llevar a unir lo manifestado y lo inmanifestado, lo creado y su origen primordial, lo de abajo y lo de arriba, el caos y el cosmos, las tinieblas y la luz, etc.

Estimados lectores, la luz del Ser en su infinitud y en su amor incondicional lo integra todo, puesto que todo esta en Él, en el Uno. Seguiremos más adelante inquiriendo sobre la contemplación no dual.

Atentamente:

Rafael Pavía.                              06/11/2017.

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